Unas pasadas con el cepillo. Unos cortes con el serrucho. Cuatro golpes con el martillo y mucho, mucho pegamento. Unió las piezas con el destornillador. Definió los rasgos de la cabeza con el formón. Los desbastó con la lija gruesa, los pulió con la lija fina. Pintó aquella cara con una brocha. Perfiló los detalles del rostro con un pincel. Finalmente la vistió con un hermoso traje.
Cuando Geppetto contempló el resultado de su obra, no pudo evitar alzar en brazos a su hija y exclamar emocionado:
“El mundo se va a enterar de lo que son mentiras”.
Geppetto echó la cabezadita de rigor, esa que, desde Dios, todos los creadores echan al terminar su obra. De vez en cuando, miraba de reojo a su juguete acechando el momento en que cobraría vida.
Como toda mujer, se hizo esperar.
Lo primero que hizo, Pinocha, nada más sentirse viva, fue buscar un espejo.
-¡Pero tú te crees que hay derecho a ponerle a una, una nariz como ésta!
Pinocha se despojó del traje.
-Cielos, si crees que las mujeres realmente somos así por dentro, no me extraña que no hayas tenido hijos. Venga, mostachón, dame dinero para un buen ebanista que me arregle este desaguisado.
Perplejo, Geppetto extrajo del bolsillo uno de esos monederos de tacón propios de personas no acostumbradas al dispendio, de esas que no han dado una propina en su vida.
-Deja la calderilla, abuelo. Te llevo prestada la Visa. Y a ver si barremos un poco, que con tanto serrín , vamos a morirnos todos del asma.
La muñequita se alejó del taller bamboleando ostensiblemente las caderas.
-Creo que tendré que mejorar esa articulación- pensó el viejo, acariciando el lápiz que adornaba su oreja.
Abatido, se desplomó de rodillas ante una imagen que había tallado para una parroquia del Piamonte y que le había sido devuelta pues, el párroco, un clérigo ultramontano y preconciliar, la había rechazado por considerarla excesivamente “realista”.
Rezó fervorosamente:
Joselito, Joselito,
tú eres padre como yo,
por eso te quiero tanto
y te doy mi corazón.
Geppetto esperó en vano la respuesta del santo. Harto de su silencio recurrió a la amenaza.
-Mira Pepe, no me torees que para eso somos del mismo gremio, así que, o me dices que puedo hacer con la niña o yo te hago lo que a san Cucufato.
San José se rascó la poblada cornamenta antes de responder.
-Efectivamente, yo como tú pertenezco al reino de los mansos, de los yermos, de los condenados a no tener un hijo propio y mantener un cuervo adoptado que nos sacará los ojos. Alguien nos metió un huevo de cuco en el nido. Yo , a mi hijo, quise enseñarle el oficio, y el desagradecido estaba empeñado en que los clavos le daban mal rollo. Mira Geppetto, aquí que cada palo aguante su vela, que yo ya tengo bastante con lo mío. Que soy el hazmerreír de todo el santoral. Menudo papelón me ha tocado: cornudo por la gracia de Dios.
Geppetto al no encontrar respuesta en los santos, recurrió a un remedio para sus aflicciones mucho más clásico: destapó el tarro de la cola y empezó a esnifar sus vapores.
Pinocha regresó enfurecida.
-No pasa la Visa, que mierda de tarjeta es ésta.
Decidió acabar con aquella pesadilla de una vez por todas. Alzó el martillo y, con toda la fuerza de su brazo, descargó un mazazo… sobre sus propios dedos. Sólo de esa forma podría evitar la tentación de que aquellas manos volvieran a construir de nuevo otro puto muñeco.
miércoles, marzo 14, 2007
PINOCHA
Foto: Fulvio V
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¡mentira, todo es mentira!
ResponderEliminarpazzocchio, te crecerá la nariz por distorsionador de infancias!
Jajajajajaja.
ResponderEliminarYo creo que a Dios le pasó lo mismo después de sacarle la costilla a Adán...desde entonces, no más primates ¿y va a ser por casualidad?
Si es que era un chapuzas!
ResponderEliminar(El video, genial... jajajaja)
(¿No necesitas que alguien te lleve la maleta?)
Alguien nos metió un huevo de cuco en el nido
ResponderEliminarJoer, qué buena imagen, pazzos, esta del huevo en nido ajeno.
Me ha gustado mucho esta secuela/revisión del cuento (y el pedazo cartel que la ilustra).
me gustan mucho las revisiones de cuentos, y esta me parece huevonuda.
Gracias.
Miente pinocho, miente! sollozaba caperucita jadeando... jajaja. Un abrazo.
ResponderEliminarTerrorífico!!!!
ResponderEliminarGeppetto ha parido una pinocha directamente en la edad del pavo, que lo primero que se le ocurre es ir a hacerse la estética (y seguro que lo de la nariz es una excusa y después venían unos implantes mamarios de masilla). Visto que además en los tiempos que corren no se la iba a sacar de casa hasta los cuarentaymuchos, creo que lo del martillazo es lo mínimo que podía hacer.
(Eso de que los clavos le daban mal rollo es para nota cum laude).
Muy agradecido, pero no vivo en Madrid (por una vez que alguien invita a algo....). Que usté lo viaje bien.
Tiemblen, vietnamitas, que llega sozzap!
ResponderEliminarGenial, absolutamente genial el post
:D entre tu comentario de lo del autobus hippie escolar y este post,, hoy me echan de aquí
ResponderEliminargracias por la risoterapia
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarnancicomansi dijo...
ResponderEliminarHmmm...pobre Geppetto...¿es que no sabe que cualquier, digo "cualquier" mujer (aunque sea de madera...) es un ser eternamente insatisfecho con su cuerpo? ¿Que va a malgastar buena parte de su tiempo y esfuerzos en querer transformarlo a base de dietas, depilaciones, peluqerías, rayos V, gimnasía, cirugía, maquillage? Lo peor es que en su caso, el artífice de todo ello va a ser él, y solo ÉL...incauto...
Que gracia lo del monedero "de tacón"...es verdad, sus propietarios suelen ser de "la virgen del puño", mi abuelo paterno tenía uno y me hacía mucha gracia ver como "rascaba" el fondo para sacar una monedilla...je,je,je...
jajaja... eso sí que es, nunca mejor dicho, que te salga una hija de madera... Qué bueno todo, ¡está plagado de golpes buenísimos!
ResponderEliminarQué risa con Geppetto preocupado por mejorar el movimiento caderil de Pinocha, parece que lo estoy viendo, y a ella también, la versión de Lina Morgan en madera... jaja. Y el "puto muñeco" del final es ya de traca, jaja...
Está claro que Geppetto se "pilló los dedos" creando a su churumbelilla. Tú no te los has pillado escribiendo tu versión libre del cuento, no. :P
oye, pues que me he reido bien a gusto...
ResponderEliminarsi es lo que pasa, que uno cría, y luego, ella solita se encarga de recrear.
Y muy buena imagen, la del final
...buenas... divertida historia... casi real...
ResponderEliminar...bonito blog...
...te sigo...
paz y calma
...buenas... divertida historia... casi real...
ResponderEliminar...bonito blog...
...te sigo...
paz y calma
Esto de Pinocho da para muchas historias.
ResponderEliminarPornográficas, especialmente.
¡Qué golpes tienes, eres la repera! Jaajaja! Mejor no tener tentación alguna cerca... es tan fácil sucumbir.
ResponderEliminarBesos!
z..., la memtira es un maravilloso instrumento de convivencia.
ResponderEliminaradulter, pues no será porque no haya mucho mono suelto.
sintagma, no puedo consentir que me lleves las maletas. Ahora mismo envío una calesa que pase a recogerte.
le mosquito, otro día colgaré una letrilla sobre el cuco que tengo por ahí guardadas.
alberto, ¿Por qué nos hará tanta gracia ese chiste? Freud tendría mucho que decir.
tale, la invitación sigue en pie, ya nos cruzaremos algún día.
ana, fue un placer cruzarme hoy contigo, ese vino pendiente lo tomaremos mejor a la vuelta del viaje. Así tengo que contarte.
sofia, lo del autobus del hippie fue de las cosas más surrealistas que me pasaron en mis cuatro años de autostop diario.
nancicomansi, existe una versión femenina del monedero de tacón que son esos que tienen el cierre de mariposa. A sus dueñas les duele abrir tanto la cartera como su corazón.
mandarina, disculpa pero hoy no tenía ni tiempo ni humor para charlar con vosotras. Me silbó toda la tarde el oído derecho. A saber que lo que habréis dicho de mi.
paula, ya lo dice el refrán, cria cuervos y tendrás muchos.
alvaro, bienvenido. Por lo que he calado en tu blog tu pasión y vinculación con la India es muy superior a la mía.
arcángel, el pobre Pinocho tenía cara de pene, quiero decir de pena.
india ning, los mejores golpes, los de tequila, sin duda.
Por Dios pazzos ... jajaj uqe cosa tan buena!
ResponderEliminarjajaja
y los coments amigos no se quedan atrás.. que bien me lo paso aqui en tu casa!
besos
Qué bueno!! el anticuento jejee genial pazzos. Gracias por tu visita;) me gustó descubrir tu blog
ResponderEliminarsaluditos
hay que reconocer que cuando una mujer se pone protestona..
ResponderEliminarY Gepetto pensando que tenía problemas con Pinocho, jajaja, de la que se libró!!!
ResponderEliminarGenial post. Me has tocado la fibra sensible pinochil ;)
Te vas a Vietnam????
ResponderEliminarbuenísimo pazzos y el vídeo, ja, ja, repito genial entrada!!!
ResponderEliminarpásate por casa cuando puedas, tienes la llave en la maceta del ficus.
un bezzo (ha vuelto el tic)
Vengo de "soy una freaky de letras" donde sigo las desventuras de Pinocho, y me encuentro con esto.
ResponderEliminarNo hay derecho Pazzos. Y ahora como miro a Pinocho sabiendo que es Pinocha???
Y el video???
Toda mi infancia por los suelos.
Fuera coñas, todo eso se te ocurre a ti solo???
Pazzos para guionista de Buenafuente YA.
Saludos.
Y yo que esperaba que al final del cuento la Pinocha retozara con un ejecutivo vegetariano y vas y me rompes los esquemas...conio..
ResponderEliminarAbrazos
puras mentiras.
ResponderEliminarHola moll
Eliminar¿Moll?
Eliminarlaonza, ahora que vamos despacio vamos a contar mentiras, tralará
ResponderEliminarazzura, ¿eres de la Familia? Lo digo por nuestras zz
esadelblog, de protestar sabes tú mucho ¿no?
norma, ¿Cuándo presentamos tu Pinocho a mi Pinocha? Sí, ¿se viene alguien de crucero por el Mekong?
maite, me ha emocionado tu video dedicado. Todo un honor.
starman, lamento que en esta tu primera visita te haya destrozado la infancia. No se volverá a repetir.
ana r, ¿Qué podría hacer Pinocha con un ejecutivo vegetariano? No la veo yo comiendo lechuga.
loredana, purititas mentiras, sí.
jajaja, me encanta la historia!, sobre todo el momento drogadicto de Gepetto.
ResponderEliminarSiempre me han atraído las historias de clásicos realizando acciones de personas de carne y hueso. Cuanto más surrealista mejor.
Muy original, sí señor. Gracias por este buen rato.
para creo que voy a vomitar (te importa si para abreviar te llamo Sr Potez, papillón, o algo así), la historia de la literatura está llena de carpinteros y zapateros un tanto alucinados. Las colas que usaban creo que tenían mucho que ver en tanta euforia.
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