jueves, octubre 20, 2011

LÍNEAS FÉRREAS


Jugueteó con el ticket amarillo entre los dedos. “Líneas férreas del Mar Norte …” Sonrió con desgana.
Para líneas férreas las de un bando militar, o las de una sentencia de muerte, o las de un diagnóstico atroz, o las de un despido indecoroso, improcedente, impertinente, impresentable, inoportuno…
Líneas férreas como las del comunicado de un desahucio. Líneas férreas como las de una encíclica furibunda condenando al fuego eterno las conductas más inocentes. Líneas ferréas como las que forman los catecismos, las ordenanzas militares, las homilías furibundas, incendiarias.
Líneas férreas como las inscripciones en los brazos de los judíos. ARBEIT MACHT FREI. ¿Hay líneas más férreas que las de esta frase?
Volvió a releer el oficio. Alguien había ametrallado aquellas letras sobre papel timbrado.
En unas pocas líneas el juzgado le comunicaba que le retiraban la custodia de su hijo. Eran sólo unas pocas líneas férreas, que abrasaron sus ojos como plomo candente.

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