ALCORCÓN. AÑO 2018.
Rechazo el ofrecimiento de una replicante con el rostro de Esperanza Aguirre que me invita a repasarle los ovarios a cambio de la voluntad. Es la quinta rubia clónica en apenas quinientos metros. Me ofrece también lumbre, esta vez no la rechazo.Enciendo un habano para entrar en el Casino. Es obligatorio. La chica se cuelga de mi brazo, intento ahuyentarla echándole el humo a los ojos. Ni lágrimas le quedan. No se suelta.
Zigzagueo entre las mesas de blackjack y las ruletas francesas donde ancianos del Imserso arriesgan en un último intento desesperado por multiplicar su pensión para llegar a fin de mes. Los ancianos llevan todos una gorra del Monobank, la única entidad financiera que ha resistido el proceso de globalización y que les ha subvencionado su BonoMetro hasta el parque temático.
Los croupiers recogen con un rastrillito las fichas rojas, cada ficha equivale a la domiciliación vitalicia de una pensión. De vez en cuando alguien gana. Eufórico se dirige a la caja donde le cambian las fichas por pastillas de viagra, putas y una eutanasia asistida. A la salida unos chatarreros lo desollarán para apropiarse del titanio de su prótesis de cadera. Lo dejan desangrarse en un rincón.
En otro corner se agolpan un montón de funcionarios en torno a un pimpampum. Están dispuestos a pagar lo que sea a cambio de una de esas pelotas metálicas de pinchos. Por un ventanuco asoma la cara un ex-ministro. ¡Es Montoro! Gritan, y arrojan las bolas con todas sus fuerzas. Ni un arañazo. Hace falta mucho más que eso para dañar un rostro de hormigón.
Sobre el escenario se representa la versión snuff de Tito Andrónico. Cada muerte de un actor sobre las tablas es jaleada por el público con entusiasmo. Un afortunado espectador apuñala al César con sus propias manos. Cuando acaba la obra la sangre y las vísceras se escurren gracias a un ingenioso sistema de drenaje, el patio de butacas se eleva, gira en redondo hasta cerrarse y transformar el teatro en anfiteatro, el tablao se cubre de arena. Suena un clarín y sueltan un toro embolao. Unos jóvenes saltan al ruedo, y tratan de apagar con sus manos las bolas de alquitrán que cuelgan de los cuernos del animal. El que lo consiga obtendrá una beca de libros aunque dudo que pueda volver a sujetar un lápiz con esas manos quemadas.
De repente, recuerdo que no he pagado entrada. Le pregunto a mi acompañante que dónde está la taquilla.
Dos hombres vestidos de látex y con la cabeza cubierta de una máscara de cuero con cremallera me alzaron por los brazos y me arrastraron a un reservado.
Mientras no nos toque a los demás seres anónimos hacer de payasos en los intermedios.... Yo me conformo.
ResponderEliminarEsa canción es buenísima. La tengo yo en la parte de abajo del blog desde siempre.
Un beso, Pazzos.
The Gambler es una canción cuya letra encajaba perfectamente con el tema del post. La pena es que en los 80 la quemaron de tanto escucharla a todas horas. Como ahora casi no la ponen seguro que gente más joven acaba de descubrirla.
EliminarUf, se me han quitado las ganas de llegar al 2018... Con la mala suerte que tengo en el azar seguro que me quedo sin pensión... y lo que es peor, sin viagra.
ResponderEliminarAbrazo.
Elvis, para el 2018 no tenemos garantizado ni un plato de caldo.
Eliminar¡Malas noticias, Novicia!: Payaso en los intermedios, me temo que es el único papel que queda libre en esta tragicomedia. Así que, o lo tomas, o un amable revisor te invitará a bajarte del tren en marcha, que la dignidad es un lujo al que ni siquiera los españolitos tenemos derecho.
ResponderEliminarPazzos, muy bueno
Koolau, el revisor es un individuo que armado sólo con una picadora de billetes mete mucho miedo. Un revisor de tren te mira de reojo y es que te cagas. ¿De dónde les viene este poder? Es que el revisor carraspea y se te ponen los pelos de punta y si te dice que te bajas en el siguiente apeadero tú te bajas sin rechistar y sin decir ni pío aunque tu billete ponga que tu destino es Pernambuco.
Eliminar2018 lo voy a bordar en una camiseta para que no se me olvide y, en las clases de Historia del Arte lo voy a grabar en cuero...para que adquiera ya fundamento.
ResponderEliminarNo solucionamos los de este año y ya estan haciendo proyectos a 6 años vista ...Esto pinta muy pero que muy raro.
-El otro día estaba viendo las noticias y una madre indignada le lanzo una fiambrera a la rubia de botella de la Aguirre.La pena es que no le dio de lleno a ver si se da cuenta en la merdé que nos esta metiendo.
Un abrazo.
Bertha, la fiambrera era de plástico y estaba vacía. Y no estaría dispuesto a comprobar si la Aguirre es rubia de bote o no ni aunque me lo suplicase de rodillas.
EliminarPazzos, te has salido con este post. Iba a decirte que tienes una imaginación desbordante, pero lo que tienes es un poder de visionario de la leche. Y me da un miedo que pa qué.
ResponderEliminarLo del toro embolao me ha dejado a cuadros; primero porque esos animales me dan una lástima impresionante, y segundo es por esa metáfora tan triste que has utilizado para describir la desesperanza reinante ne la generación de nuestros hijos.
A veces eres increiblemente bueno escribiendo. El resto de veces eres genial.
Muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa,
flower, pues sí, menudo embolao.
Eliminar¿Cuánto te paga Tarantino por los guiones?
ResponderEliminarCaruano, Tarantino es una de las mejores cabezas que ha dado el cine. Y una de las mayores cabezas también
EliminarPues sí, todo mentira, como en las cartas hay que saber engañar a todos para dominar aún con las peores cartas, al final lo único que importa es ganar como sea. y como leí en alguna parte hace poco: es más fácil engañar a alguien que convencerle de que ha sido engañado.
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EliminarAnónimo, ahora que te leo me asalta una duda, ¿se adaptará el casino de Adelson a las costumbres locales? ¿habrá dominó? Porque como se pueda jugar al mus voy a ser el primero en sacar billete para Alcorcón.
EliminarSeguro que sí, con tal de captar clientes, ... así que ya sabes si estás dispuesto hasta a perder la camisa ya puedes sacar tu billete, ... que no te dominen!!
ResponderEliminarAnónimo, me imagino a los perplejos croupiers de las mesas de mus tratando de traducir al inglés a los tahures recién llegados del Mississippi:
Eliminar- ¡Órdago a chica!= All in to the girl !!!
- Llevo solomillo = I have a beefsteak
- ¡A la mano con un pimiento...! = ???
Esta historia da para algo más que un post. Para un tebeo de Jack Palmer por lo menos.
ResponderEliminarHe tenido que buscar al Jack Palmer ese. A mí en cuanto me sacas del Mortadelo...
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