Paleocráneo del genial Fernando Vicente
Escribo lo primero que se me pasa por la cabeza.
Escribo poco.
De tarde en tarde una idea huérfana atraviesa mis meninges y se extravía en el laberinto de las circunvoluciones de mi cerebro, esos pasillos estrechos como entresijos de brócoli que se entretejen dentro de mi cabezota. Y esa idea a veces se queda atorada porque los canales del cerebro son muy estrechos y con los años se van tupiendo de basurilla mental, de ideas anquilosadas, de prejuicios más dañinos para las neuronas que el colesterol para las arterias. Y todos esos trombos, todos esos atascos conducen a que las ideas circulen siempre por los mismos caminos trillados; nada que ver con la niñez en la que una idea galopaba por mi mente con la libertad sin límites de la más amplia de las estepas porque todo mi encéfalo y la mayor parte del mundo eran Terra Incógnita; ahora no, ahora el pensamiento tiene que seguir el sendero prefijado sin salirse de las marcas.
Escribo poco.
De tarde en tarde una idea huérfana atraviesa mis meninges y se extravía en el laberinto de las circunvoluciones de mi cerebro, esos pasillos estrechos como entresijos de brócoli que se entretejen dentro de mi cabezota. Y esa idea a veces se queda atorada porque los canales del cerebro son muy estrechos y con los años se van tupiendo de basurilla mental, de ideas anquilosadas, de prejuicios más dañinos para las neuronas que el colesterol para las arterias. Y todos esos trombos, todos esos atascos conducen a que las ideas circulen siempre por los mismos caminos trillados; nada que ver con la niñez en la que una idea galopaba por mi mente con la libertad sin límites de la más amplia de las estepas porque todo mi encéfalo y la mayor parte del mundo eran Terra Incógnita; ahora no, ahora el pensamiento tiene que seguir el sendero prefijado sin salirse de las marcas.
Tratad de imaginar el mapa, no un mapa, el mapa. El mapa será siempre el mapa de nuestra infancia, el que colgaba en la pared del aula, el que dibujábamos con una silueta troquelada de plástico y que luego coloreábamos con los lápices de Alpino y los rotuladores Carioca. Poco importa que, con los años, se hayan movido las fronteras, y el mundo ya no sea el mundo que conocimos. El mapa será siempre para nosotros el mismo, por eso nos cuesta recordar que la URSS ya no es la URSS, que Yugoslavia ya no existe, que del Imperio Austro-Húngaro mejor no hablar y que llamar Vieja a una de las Castillas no es politicamente correcto, siempre es mejor decir "anciana" o "veterana". O que Pekín es ahora Beijing vete tú a saber porqué. Y es que con la ortografía nos pasa lo mismo, nos resistimos a dejar de acentuar "sólo" o a escribir "sétimo".
Lo que se nos graba en la niñez jamás se borra. Permanece indeleble, se incrusta en las estanterías helicoidales de nuestro ADN. Una vez adoptada una religión no te librarás de sus tabúes ni de sus ritos por más que reniegues de ellos, por más que racionalices los errores, por más que intentes darle la vuelta a la tortilla; y lo que vale para los catecismos vale para los libros de historia.
Ese mapa que persiste grabado a fuego en nuestra retina por los siglos de los siglos no es nunca un mapa físico con sus ríos y sus cordilleras, sus lagos y sus islas. Es siempre un mapa político, con sus fronteras y sus colores para marcarlas, con los puntos gordos de las capitales y los puntitos ínfimos de los pueblos. Y por ese mapa somos capaces de matar y de matarnos. No por el azul, verde y marrón de los mares, los valles y las montañas, sino por el otro, por ese puzzle de perfiles pespunteados con equis como alambradas y pintados de artificiales colores sin sentido.
Respondo lo primero que se me pasa por el corazón: que entre sus laberintos mentales y los míos no existen fronteras ni ánimo alguno o intención de levantarlas.
ResponderEliminarBesos como mapas en blanco.
Como se enreden sus laberintos mentales con los míos no va a haber TomTom ni hilo de Ariadna que nos saquen del embrollo.
EliminarBesos en su mapamundi (uno por cachete)
Preciosa canción me han venido recuerdos de cuando iba a casa de mís abuelos y la ponian muy amenudo.
ResponderEliminarEs verdad que esa despensa de recuerdos de la niñez es lo que nos alimenta a lo largo de nuestra existencia...
Feliz día Pazzo.
Bertha, esta vez no hablaba tanto de recuerdos que alimentan sino de enseñanzas que envenenan. Hablaba de ese montón de datos que se nos inoculan y que luego nos entorpecen por ejemplo el aprender otro idioma, el comprender el punto de vista del otro o el admitir que lo de los demás puede ser mejor que lo nuestro.
EliminarBuen texto, Pazzos. Mucho me temo que los libros de historia, como los catecismos, están plagadados de mentiras o de medias verdades y que, en muchos casos, esas medias verdades responden a intereses concretos, como, por ejemplo, levantar alambradas. Donde yo vivo, cuando alzas la voz para disentir te llaman "botifler" (traidor), aunque tampoco saben muy bien, cuando les preguntas, a quién coño estás traicionando. Bueno, no me enrollo más, no vaya a ser que mi comentario no tenga nada que ver con tu texto. Saludos.
ResponderEliminarCaruano, una vez publicado el texto es tan mio como vuestro. Si la maravillosa Bertha abre un rama nueva porque evoca el olor de los lápices de Alpino y tú hablas del insulto con que se paga la disidencia puedo estar más de acuerdo con uno que con el otro, pero mi opinión ahora es la que menos cuenta.
EliminarAgradezco mucho a todos los que os tomáis la molestia de comentar, tanto por lo mucho que aprendo con vosotros como por el estimulo que me proporcionáis. Un abrazo.
Mira que eres pelotero con tus comentaristas!!!!!
ResponderEliminarYo he leído el texto y de repente me han venido a la mente las últimas historias vividas en Barcelona y su supermegagrandiosamanifestación (ejem), las muertes en Benghasi, esa fecha del 11 de septiembre de hace ya más de una década y de golpe y sopetón se me borran de los mapas los colores, los bolos y sus escalas de colores. Todo se vuelve negro, como las mentes de la gente que no tiene alma y que de lo único que pueden presumir es de una gilipollez supina, de una incompetencia social, humana y espiritual de la hostia, de una falta de bondad y cordura necesaria para poder andar por la vida disfrutando de su hermosura y de sus gentes, de la mezcla y de la diversidad.
Cada día estamnos más locos. Y cada día tengo más miedo.
Menos mal que ando enamorada...
Un besazo, muaaaaaaaaaaaaa
flower, no soy pelotero lo que te pasa es que tienes pelusilla de Bertha y del Caruano porque como casi ya eres de la familia muchas veces no te doy ni las gracias ni nada.
ResponderEliminarDudé si poner la música de "La riva bianca, la riva nera" porque me parecía un mensaje demasiado obvio, trasnochado. Damos por sentado que los ideales universales de fraternidad, respeto al otro, solidaridad, son tan evidentes para todo el mundo que nos los callamos. Y dejamos espacio para que griten otras voces más interesadas, más frívolas, más estúpidas.
Besos de frontera y contrabando, loca enamorada.
No me va mucho la política, pero la realidad es que siempre es así hay cuatro que con su labia lo manipulan todo a su conveniencia, a ver quien puede más y nos meten a todos en el lío. A veces hay gente normal que hace algo extra-ordinario, como por ejemplo ésto que me pasaron hace unos días: http://www.youtube.com/watch?v=I6sPCSJu31U&feature=share, lástima que por mucho que cosas como éstas corran, esos "cuatro" que he dicho al principio seguirán tapando sus oidos porque no les interesa. (A partir de ahora, si no me olvido, intentaré identificarme así: Xhrst). Hasta otra!!
ResponderEliminarXhrst, (me lo has puesto fácil con el nombrecito,eh)
EliminarMuy interesante el vídeo, son esos esfuerzos de conciliación los que deberían ocupar más espacio en los medios.
Un abrazzo.
Se te han olvidado las ceras blandas de Manley, Pazzos....
ResponderEliminarAquellos mapas se nos grabado a fuego en la memoria, igual que cuando "cantábamos" los ríos (donde nacen, por donde pasan, los afluentes de la derecha y la izquierda y donde desembocan). Y sí, cuesta hacerse a la idea de que las fronteras cambian a pesar de las que ha marcado la naturaleza y que deberían ser eternas o al menos evolucionar a su ritmo...
No sabía lo de "Sétimo"... Para mí "sólo" siempre llevará acento.
Un beso, pazzos.
Novicia, no se me han olvidado las ceras, es que no tenía de pequeño. Además las ceras que empezaron a venderse por aquel entonces eran las DACS con su inconfundible caja amarilla. Creo que las Manley aparecieron más tarde y eran mejores y mucho más caras.
EliminarA mí "Sétimo" me suena como a emperador romano. Y "setiembre" en minúscula y sin p no sabría ubicarlo en el calendario.
A Bertha no la conozco, pero a Caru sí, y le adoro. Un cuadro suyo ilustra una pared de mi sala. Caru es un ser especial, jamás le tendría pelusilla. Admiración y otros palabrejos que se me ocurren pero no vienen a cuento es lo que siento por ese pedazo de artista.
ResponderEliminarNo más nada. Sólo eso. Con acento y tilde incluida. Of course!!!
Bueno, sí, una cosita más. No había escuchado la canción. PRECIOSA. Como tú.
Muaaaaaaaaaaaaaa,
PD: Besicos para Bertha y Caruano del alma mía.
flower, la canción me gusta más en italiano, pero esta versión en castellano mantiene casi intacto el contenido. ¿Por qué no se hacen ahora canciones que cuenten historias?
EliminarBesines.
Todos necesitamos de "mapas", para algunos son imprescindibles y otros tantos los ignoran, aunque les gusta saber que los tienen a mano por si en algún momento se sienten perdidos.
ResponderEliminarEvidentemente deberíamos potenciar más ese intercambio de "mapas"; comunicarnos, levantar la vista y comprender que las fronteras de nuestras vidas no pueden estar supeditadas al color de una bandera, a los límites geográficos o al acento de una lengua.
Y ahora menos que nunca, cuando tantos de aquí acaban por ahí.
Saludos.
paraserbreves.blogspot.com
Mónica, no sé si necesito un mapa, con un croquis me basta.(Croquis, bonita palabra, parece el nombre de un manjar, una mezcla de croqueta y ñoquis crujientes)
EliminarLas fronteras existen, qué le vamos a hacer..., pero si las eliminamos mandaríamos a mucha gente al paro. Porque al menos sirven para algo, para dar trabajo a los guardas de los puestos fronterizos...
ResponderEliminarSaludos.
Tienes razón Elvis, que íbamos a hacer con toda esa gentuza si abolimos las fronteras: los contrabandistas, los estraperlistas, los armadores de las pateras, los fabricantes de pasaportes, los cónsules, los embajadores, el cuerpo diplomático, los espías, los ejércitos, los ministros de Defensa y Exteriores y los que pintan de rojo y blanco el palito de la aduana.
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