Miré las visitas del blog con el sitemeter antes de escribir un post de Semana Santa: un par de adolescentes despistados a la caza de sexo (muy despistados) y colombianos buscando dibujos de jeringuillas. Los comentarios vacíos, sólo mi vecino de portal que se hace el encontradizo para poder reclamarme una deuda de 20.000 dracmas. Me fui a dormir sin teclear nada.
Como el estómago ya no es el que era no resiste 3 platos de fabada de bote como cena. Dí vueltas y revueltas hasta que el camisón de franela se me enrolló en la garganta estrangulándome y la borla del gorro de dormir se me incrustó en la cuenca de mi ojo derecho. Mi globo ocular saltó desde una altura de 7 colchones y un guisante. No pude discernir bien si fue a parar al orinal o se perdió entre el mar de pelusas que hay bajo mi cama porque con un solo ojo y a oscuras...
A los pies de la cama alguien me observaba. Trate de enfocar con mi único ojo aquella figura espectral:
-Wake up, fuckermother- me gritó.
-¡Hostia el Dickens!-exclamé abriendo mucho los ojos (el del orinal mucho más abierto que el que conservaba párpado).
-¿Cómo me has reconocido?-(A partir de aquí vamos a subtitular sus réplicas).
-Bueno, por esa aura resplandeciente que emanáis los inmortales; por ese verbo fluido y ese acento inglés del siglo XIX; porque llevas las patillas al ras y el look como Pantuflo Zapatilla; porque acabo de buscar tu retrato en la Wikipedia...
-Follow me-(aquí el traductor de Google se atascó un poco). Te voy a enseñar como era la Semana Santa del Pasado, ado, ado, ado.
Me arrastró de la mano con su mano helada. Me condujo hasta el salón de mi casa. Al pasar ante un espejo comprobé que él no se reflejaba y que yo, con el camisón remangado y las vergüenzas al aire, resultaba patético. Encendió mi ordenador y con una soltura impropia de un escritor de hace dos siglos me condujo hasta una entrada antigua del blog.
pazzos: SEMANA SANTA#links#links
-Ves. Un post bien concebido, con su poquito de sexo, sus videos robados, sus comments aduladores. Si hasta conseguiste cabrear a un clericoide preconciliar y lefebbrino que te condenaba a las penas del infierno. Veamos ahora la Semana Santa del Presente:
pazzos: El BIG CRASH despu�s del BIG BANG
-Desolador. Un triste comentario. ¿Crees que la gente después del primer vídeo van a tener ganas de leer a un plasta que hace 3 años que no publicaba un post? Te voy a enseñar ahora tu Semana Santa del Futuro.
Se puso a surfear por la Blogosfera del futuro. La mayoría de los blogs habían quedado varados en el Mar de los Sargazos, otros olían a suicidio y alcanfor. El lenguaje escrito se había reducido a la mínima expresión, todo eran enlaces de videos en 3D, porno en 4D y experiencias extracorporales en 5D. Buscó mi blog en Internet. No había nuevas entradas desde el 2011 y según las estadísticas ya no lo visitaban ni las arañas del Google.
-Entiendes ahora. A los blogger y a los amigos les ofenden menos los insultos que los silencios.
Me desperté sobrecogido por el politono de mi móvil.
Corrí hacia el ordenador dispuesto a plagiar descaradamente a Dickens. En el futuro, mientras él me daba la chapa, había aprovechado para hacer una consulta furtiva y comprobé con alivio que Sinde ya no era ministra y que el SGAE había desaparecido.
Al darle al intro para publicar la entrada, escuché un carraspeo a mi espalda. Era de nuevo el flemático escritor británico que se aclaraba la garganta.
-¡Idiota! Son más de las 12. ¡La Semana Santa ya se ha acabado!
Como el estómago ya no es el que era no resiste 3 platos de fabada de bote como cena. Dí vueltas y revueltas hasta que el camisón de franela se me enrolló en la garganta estrangulándome y la borla del gorro de dormir se me incrustó en la cuenca de mi ojo derecho. Mi globo ocular saltó desde una altura de 7 colchones y un guisante. No pude discernir bien si fue a parar al orinal o se perdió entre el mar de pelusas que hay bajo mi cama porque con un solo ojo y a oscuras...
A los pies de la cama alguien me observaba. Trate de enfocar con mi único ojo aquella figura espectral:
-Wake up, fuckermother- me gritó.
-¡Hostia el Dickens!-exclamé abriendo mucho los ojos (el del orinal mucho más abierto que el que conservaba párpado).
-¿Cómo me has reconocido?-(A partir de aquí vamos a subtitular sus réplicas).
-Bueno, por esa aura resplandeciente que emanáis los inmortales; por ese verbo fluido y ese acento inglés del siglo XIX; porque llevas las patillas al ras y el look como Pantuflo Zapatilla; porque acabo de buscar tu retrato en la Wikipedia...
-Follow me-(aquí el traductor de Google se atascó un poco). Te voy a enseñar como era la Semana Santa del Pasado, ado, ado, ado.
Me arrastró de la mano con su mano helada. Me condujo hasta el salón de mi casa. Al pasar ante un espejo comprobé que él no se reflejaba y que yo, con el camisón remangado y las vergüenzas al aire, resultaba patético. Encendió mi ordenador y con una soltura impropia de un escritor de hace dos siglos me condujo hasta una entrada antigua del blog.
pazzos: SEMANA SANTA#links#links
-Ves. Un post bien concebido, con su poquito de sexo, sus videos robados, sus comments aduladores. Si hasta conseguiste cabrear a un clericoide preconciliar y lefebbrino que te condenaba a las penas del infierno. Veamos ahora la Semana Santa del Presente:
pazzos: El BIG CRASH despu�s del BIG BANG
-Desolador. Un triste comentario. ¿Crees que la gente después del primer vídeo van a tener ganas de leer a un plasta que hace 3 años que no publicaba un post? Te voy a enseñar ahora tu Semana Santa del Futuro.
Se puso a surfear por la Blogosfera del futuro. La mayoría de los blogs habían quedado varados en el Mar de los Sargazos, otros olían a suicidio y alcanfor. El lenguaje escrito se había reducido a la mínima expresión, todo eran enlaces de videos en 3D, porno en 4D y experiencias extracorporales en 5D. Buscó mi blog en Internet. No había nuevas entradas desde el 2011 y según las estadísticas ya no lo visitaban ni las arañas del Google.
-Entiendes ahora. A los blogger y a los amigos les ofenden menos los insultos que los silencios.
Me desperté sobrecogido por el politono de mi móvil.
Corrí hacia el ordenador dispuesto a plagiar descaradamente a Dickens. En el futuro, mientras él me daba la chapa, había aprovechado para hacer una consulta furtiva y comprobé con alivio que Sinde ya no era ministra y que el SGAE había desaparecido.
Al darle al intro para publicar la entrada, escuché un carraspeo a mi espalda. Era de nuevo el flemático escritor británico que se aclaraba la garganta.
-¡Idiota! Son más de las 12. ¡La Semana Santa ya se ha acabado!
interesante blog. Besos
ResponderEliminar¿metaliterarios estamos?
ResponderEliminarun abrazo
Gracias, Lola.
ResponderEliminarKoolau, ¿metaloqué?
Me encanta su blog. No lo conocía. Volveré a visitarlo.
ResponderEliminarGracias, Samantha. ¿Me enlaza con Nomèsploraría? Un saludo.
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