Es el día del Libro.
El libro se merece un respeto.
Por mucho que améis un libro, por mucho que su contenido os haga salivar sin control bien porque sea un manual de repostería selecta o de erotismo licuefacciente, mantened vuestras babas bajo control y no las derraméis sobre sus inmaculadas y sagradas páginas.
La lectura es un vicio sí, pero los dedos jamás se han de humedecer para meterle mano a un libro. La lubricación, tan necesaria en otros menesteres, en este caso está de más. Tampoco hace falta tanta maña para pasar página, hasta alguien tan muñón como yo consigue hacerlo. Si os cuesta, probad a soplar con mimo para separar las hojas, insufladles vida con vuestro aliento y no las empastéis con vuestras gárgaras mancillando el honor de sus esquinas virginales con vuestros asquerosos dedazos requetemamados, hombrepordiós.
Pensad, queridos inconscientes, que compartir un libro, o peor aún, un periódico rechupeteado es tan peligroso como tener sexo oral con cientos de desconocidos. En ese acto reflejo intercambiáis babillas y otros fluidos corporales con potenciales sifilíticos, íncubos blenorrágicos, súcubos gonorreicos, tóxicos halitósicos y hasta alcohólicos filatélicos que, al igual que vosotros, tambíén son gentes de mucho chupar.
Y si te crees a salvo porque jamás has abierto un libro y mucho menos un periódico te contaré que ese ejemplar del Hola que repasas lametón va lametón viene mientras se te fijan las mechas en el secador poco antes lo estaba hojeando tu peluquera que, poco antes, estaba depilando el coño de la Bernarda. Y lo que la Bernarda, poco antes, estaba haciendo con ese coño no lo voy a contar aquí porque, casi seguro que, poco antes o poco después, los de Blogger me censurarían esta página.
Sé muy bien que mi empeño es en vano pues si no os corregisteis esa fea costumbre (por no decir esa puta manía) después de leer El Nombre de la Rosa del maestro Eco poco caso me vais a hacer a mí que no soy más que un modesto juntaletras. Pero juro que al próximo que pille chupando un libro de esa forma tan grosera ¡¡¡Le enveneno con arsénico toda su biblioteca!!!
No problem. Lo mío es soplar (en todos los sentidos y aplicaciones de la palabra :P).
ResponderEliminar¡¡¡Cómo mola la imagen del infante, pazzos¡¡¡ Me recuerda a mí misma antes de descubrir lo del soplido :D
Un beso y feliz día
Novicia, espero que esto no degenere en una batalla verbal entre chupadores y sopladores que con tal de que leamos como si marcamos donde hemos interrumpido la lectura con un chicle.
EliminarBesos.
Uf.. noooo. Quita, quita.
ResponderEliminarYo soy de las antiguas románticas, de las que siguen pensando que un libro merece un respeto, un mimo, una veneración y un cuidado máximos.
¿ Y los que mancillan su interior subrayando? ¿ O doblan la esquinita de la página para marcarla? No, no, y no.
Si hasta soy de las que cogen en la librería, el volúmen de abajo del todo, que no haya sido toqueteado a ser posbile ;)
Muy puntillosita, la niña ¿eh? ;)
Un besote!!!1
pd. Os dejo con un misterio sin resolver... ¿ los usuarios de ebook chuparán la esquina del mismo? ;)
Dalicia, los e-book incluyen un sistema de protección que da calambrillo cuando los chupas. Si lo haces mientras lees una novela de terror se te erizan todos los cabellos del cuerpo.
EliminarDalicia, (sigo) los que venimos de familias numerosas donde cada libro tenía que ser dejado en herencia para el que venía detrás jamás rayamos, subrayamos o escribimos en un libro.
EliminarMis compañeros de inglés me deben de tener por un pirao porque en vez de contestar los test en el libro prefiero memorizar las respuestas.
Pues fíjate que yo soy muy irrespetuoso con los libros y me gusta, cuando alguien me deja alguno, que el ejemplar esté un poco maltratado.
ResponderEliminarAlgunos libros merecerían más que maltrato ser fusilados directamente. Entre ellos muchos premios Planeta y la mayoría de las novelas de Jorge Bucay.
EliminarKen, también me gustan a veces los libros que se nota que han vivido, comprar en una librería de viejo un libro con una foto olvidada que el anterior dueño usó para marcar las páginas, o esos libros remarcados y llenos de notas del lector en los márgenes que, cuanto más desatinadas, más afortunadas e interesantes. Creo que sería una buena idea para una novela escribir un libro y editarlo con las notas de un lector imaginario que nos fuera contando su propia historia a través de esas acotaciones. Si alguien se anima...
Me niego a leer con guantes y mascarilla.
ResponderEliminarPrefiero contagiarme de una de esas enfermedades de transmisión paginal.
Pero no puedo dejar de preguntarme si habrá vacuna. Tal vez sea cosa de inmunización adaptativa, adquirida de forma natural con el paso de los años y una exposición pausada y suficiente. Como usted con los arenques putrefactos. Como yo con las frambuesas salvajes.
Mrs. Nancy, estoy seguro que si hay alguien entre nosotros que, a veces, lee sin darse tiempo a quitarse los guantes y la mascarilla, esa, eres tú.
EliminarLe recordaré que el virus de la legionella se expandió por toda España por compartir tebeos de Hazañas Bélicas durante la mili.
Si usted está dispuesta a suicidarse lentamente y arriesgarse a una infección mortal de necesidad, allá usted, pero espero que lo que lea merezca realmente la pena y compense el riesgo temerario que está dispuesta a correr.
BESOS en letras de molde.
estoy en el cole... luego te contesto...
ResponderEliminarflower, cuando acabes la EGB y empieces en el instituto ¿podremos ser novios?
EliminarTengo que reconocer que llevo dos días terriblemente inquieta, su fantástico manual sobre “prácticas de alto riesgo y profilaxis a la hora de tener relaciones con un libro”, me ha dejado conmocionada.
ResponderEliminarEstoy muy preocupada, tengo la costumbre de practicar Intercambios, he metido en mi cama a cientos de desconocidos y en ocasiones varios a la vez, nunca me importo ni la edad, ni el sexo de aquellos con lo que busque placer, incluso he tenido contacto con algunos ejemplares muy poco recomendables por peligrosos y dañinos. Lo reconozco, soy adicta y jamás tome precauciones, mañana mismo voy a hacerme un chequeo.
Besos (En cuarentena hasta conocer los resultados del chequeo)
Ángeles, no se preocupe. Nuestra generación se inmunizó en los kioskos donde intercambiábamos tebeos, novelas de vaqueros, fotonovelas y hasta revistas porno de segunda mano.
EliminarTambién había libros en las trastiendas que pasaban de mano en mano, fotocopias clandestinas que se imprimían en multicopistas con tintas altamente tóxicas, pasquines subversivos que leíamos recién recogidos de los charcos.
Y no nos morimos con eso.
Ni con algo mucho más tóxico y emponzoñado, el más sucio de todos los papeles jamás impreso, el que nadie se molesta siquiera en leer, el de mayor tirada, al que todos fingen despreciar pero al que nadie hace ascos: el papel moneda.
Besos de alto riesgo.
Muy interesante todo lo leído con mucha dosis de humor.
ResponderEliminarDesde mi pc les envio un saludo que no podrán leer en papel a no ser que le den a la opción de imprimir y ya de mano, les aconsejo que no merece la pena.
Y aquí deja sus letras una que está modificando su mentalidad de papel a 2.0
PD: Soy usuaria de ebook y mientras leo no chupo nada, tampoco las esquinas ;)
Annays, lo único decente que se puede leer mientras se chupa es un tatuaje :P
EliminarCon uno de éstos: http://es.made-in-china.com/co_zjxqiang/product_Rubber-Thimble_heesnoggg.html, problema solucionado, jajajja!!!! Xhrst.
ResponderEliminarXhrst, ¡Los famosos dedales de goma! Hasta hace bien poco los usábamos para contar dinero pero hasta que no los hagan de sabores como los condones no pienso volver a usarlos.
EliminarSi quieres ver el enlace de Xhrst pulsa aquí
EliminarMenos mal¡¡¡¡¡¡
EliminarYa no me cabían más pollos en el congelador de tanto intentar ir al enlace….
Anónimo, nunca hay suficiente pollo asado en un congelador.
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