martes, agosto 28, 2012

Desmemorias de una fashion victim VII


Las lenguas de doble filo de mi barrio dicen que el segundo hombre más rico de España, justo por detrás del dueño de Zara, es mi dentista.
El doctor Mondrián me cae muy bien  pese a que mantenemos ciertas discrepancias acerca de si lo mejor para eliminar los "páluegos" y otros restos de basurilla intermolar es la seda dental o una buena uña mejillonera en el meñique. Cada uno tiene su técnica y la mía está muy depurada. Tampoco comparte del todo mi idea de usar como colutorio para el enjuague bucal whisky de malta en lugar del Listerine, pero desde que le propuse la alternativa le va cogiendo el gusto y el gustillo. Si vais a pedirle turno para un empaste no escojáis nunca la última hora de la tarde porque, como hacer gárgaras con el Cardhu le está arruinando el pulso, es capaz de meteros el torno por la oreja.

El otro día durante una revisión hablábamos (bueno, hablaba él porque yo, con todo los cachivaches que me había metido en la boca, apenas si podía respirar) de una nueva moda que está arrasando entre la juventud descerebrada: Ponerse brackets en la dentadura hasta conseguir que los paletos queden separados y lograr lo que se conoce por "sonrisa de mentirosilla". Según Mondrián, la diastema, que así se llama técnicamente el invento, causa furor entre el pijerío porque demuestra con solo abrir la boca y sin pronunciar palabra que el dueño de aquellos dientes además de ser gilipollas tiene dinero. Porque basta que el padre de esa criatura de dientes  leporinos se haya gastado media fortuna cuando era pequeño en   colocarle más alambre que en un campo de concentración para ponerle en orden la piñata para que, cuando el desagradecido chavalete o chavaleta adquiera uso de razón (es un decir), se empeñe en gastarse la herencia hasta devolver los dientes a su desorden primero.
Entre los partidarios de la diastema está David Delfín cuya fama como diseñador vanguardista y soberbio gilipollas ha traspasado todas las fronteras. (Dice que es muy sexy asomar la lengua entre los dientes separados; también dice que Bimba Bosé es muy sexy). Entre los no partidarios de la segregación dental está Ana Belén que bastante tiene con lo que tiene.
El tatuaje, el piercing y ponerse los labios como dos morcillas matachanas están definitivamente out, lo in es esculpirse la dentadura. Otra nueva moda en estética dental es el yaeba o doble diente, que consiste en comprimir los piños hasta que se apelotonan; si tienes buena suerte la sonrisa te queda como la de una japonesa adolescente, si tienes mala suerte te estalla en la mandíbula una supernova de marfil y la boca te queda como la del Cuñao. Otra técnica de adorno dental son las incrustaciones de diamantes en el esmalte; cuando le conté esto al yonki del barrio corrió a comprarse unos alicates para nosequé que se le había roto en casa. Por cierto, ahí donde lo veis el yonki luce una dentadura de lo más fashion que es la envidia de todas las adolescentes del polígono.

Las clases bajas en su afán por imitar a las clases pudientes buscan remedios caseros con los que provocar una dentadura desarbolada. La mayoria se inclinan por hacer palanqueta con el cepillo de dientes hasta moverse los molares de sitio. A más de uno le ha resbalado el cepillo en el intento y se ha cargado el espejo del Romy del cuarto de baño. Porque otra cosa que diferencia a ricos y pobres es que unos tienen un espejo en el baño que va de costa a costa mientras que la raza pobruna tienen un Romy de azogue desvaído de tres puertas y un fluorescente cuyos estantes contienen un bote de agua oxigenada, tres tiritas caducadas y un rollo de algodón más gris que blanco. Si abres a la vez sus tres puertas de espejo, la miseria del cuarto de baño se multiplica reflejada hasta el infinito.
El dentista me contaba estas y otras cosas mientras se afanaba en quitarme el sarro con una azada. Cuando está a punto de terminar la faena siempre me pasa un kleenex  y me dice que deje de llorar como una nenaza. Es entonces cuando me inyecta la anestesia, nunca antes. No me consta que haya hecho uso de mi cuerpo aprovechándose de mi inconsciencia como también murmuran las lenguas bífidas de mi barrio cuando nos ven pasear cogiditos de la mano. Mondry lo hace para cobrarse la factura directamente de mi cartera, sin que yo me dé cuenta de nada y tampoco sufra.  Y es que el doctor Mondrián ¡Es un caballero tan considerado...!


                         .

domingo, agosto 26, 2012

DONDE ESTÉ UNA MALA CARTA DE AJUSTE QUE SE QUITE EL MEJOR DE LOS PAISAJES


HOMENAJE A ARMSTRONG

La matrona se afanaba entre las piernas de mi madre que, por aquel entonces y tras múltiples embarazos se había convertido en una lubricada y casi perfecta máquina de parir.

Sobre la cómoda de la habitación matrimonial, una enorme televisión en blanco y negro retransmitía El conde de Montecristo. Mi parturienta madre gritaba como una posesa a la comadrona:
¡Quite! ¡Quite! ¡Que no veo! ¡Que la carne de burra no transparenta!

Pasaron dos horas de relajada dilatación en las que mi padre sufrió lo suyo para impedir que la comadrona utilizase los fórceps con mi madre, o por mejor decir, contra mi madre. La tocóloga no sé si trataba de inducir el primer parto por vía nasal de la historia de la obstetricia o por el contrario pretendía responder con una rinoplastia traumática a las palabras de mi madre que le rogaba que procediera con delicadeza; y todo por un vacaburra de más o de menos. Tanto traer niños al mundo de un lado u otro del ecuador fecundo había sensibilizado el carácter de las dos mujeres tornándolo extremadamente susceptible.


Para evitar un derramamiento de sangre mayor del imprescindible en estos casos, decidí nacer. La alegre fanfarria de un telediario festejó mi alumbramiento.

La primera luz que vislumbraron mis ojos fue aquella pantalla hipnótica de fósforo parpadeante. En imagen, el hombre pisaba la Luna por vez primera, el mayor acontecimiento que vieron los siglos. Desde ese temprano instante perdí para siempre mi capacidad de asombro.
Absorto con la escena y con los ojos abiertos como platos fui incapaz de emitir el reglamentario sollozo de recién nacido. La comadrona asustada con mi silencio y mi mirada de lechuza no cesó de darme nalgadas hasta que se le acalambró el brazo. Ningún golpe pudo desviar mi atención.
-¡Vaya! Así que esto es el mundo- pensé.



Volvemos a publicar esta entrada en homenaje a Amstrong, un pionero que puso nombre al esfuerzo colectivo de toda la Humanidad.

martes, agosto 21, 2012

Grábame el ADN


¡El futuro ya está aquí!

Un trio de científicos acaba de codificar el borrador de un libro completo en un fragmento de ADN (ya sé que vosotros en cuanto leéis la palabra "trío"  babeáis más que el perro de Paulov en una orgía de caniches, pero de algún modo he de despertar vuestro interés por la Ciencia, mamoncetes). Este equipo de científicos de Sausalito, picados de espíritu olímpico, acaban de batir con este experimento el récord de almacenamiento de bites en una cadena de ADN.  Han conseguido comprimir, a base de meterlos muy apretaditos, mucho entrenamiento con el Tetris y mucha vaselina, nada más y nada menos que 455 exabytes por gramo de ácido (desoxirribonucléico, que vosotros es leer gramo y ácido en la misma frase y volvéis a babear, viciosillas bestezuelas)

Se cambia un nucleótido por aquí, una base por allá, se agita todo en la coctelera de los Martinis y te cabe toda la Enciclopedia Espasa en una doble hélice en espiral que se estira y da más de si que un chicle Bazzooka.
El siguiente paso de la Ciencia consistirá en injertar ese cachito de ADN en, pongamos por ejemplo, el bulbo olfativo. Y por último lograr comunicarlo con el cerebro mediante un circuito integrado, un poquito de fibra óptica o un simple hilo de coser con dos vasitos de yogur a cada lado.
Adiós a los diskettes, a los pendrive cachondos, a la flacidez de los discos blandos, y a la arrogancia de los discos duros. Es probable que queden obsoletas hasta las casettes del Spectrum. El almacenamiento de datos del futuro será orgánico. Para los que andamos siempre cortos de memoria, de la virtual y de la otra, esta es una gran noticia. Bastará con meterse un dedo en la nariz para activar el interruptor que nos permitirá recordar cuando es el cumpleaños de la suegra. Y con un poquito de moco podrás compartir los datos con cualquiera. Eso sí, los virus seguirán siendo la misma jodienda que ahora. Incluso más.
Es posible que, en un futuro próspero y prometedor, el ministro de Economía en lugar de en un pendrive presente los Presupuestos del Estado codificados en su escroto e invitará a los periodistas a sacar una copia arrimándole sus IPhone a la cebolleta gracias a la tecnología Contactless. Aunque esta tecnología no está exenta  de riesgos y es posible que, si se diera el caso, algún periodista en su último  día de trabajo y con la carta de despido en el bolsillo, exprimiera los Adeenes del ministro hasta sacarle todo el jugo a los presupuestos.

¡Todo el conocimiento humano integrado en tus células! Todo lo imprescindible al alcance de la mano: Las cotizaciones de la Bolsa, los anuncios de pisos del Segunda Mano, los resultados de la Liga del 54. ¡Se acabó lo de hacer el ridículo en el Trivial Pursuit!

Pero puestos a elegir yo elegiría codificarme la Quinta de Beethoven en la lúnula de las uñas,  la Victoria de Samotracia en ese músculo minúsculo que nos eriza el vello, y el dibujo que tus dedos trazaron en mi espalda en algún rincón perdido de mi médula espinal.

domingo, agosto 19, 2012

Los Diez Mandamientos del Desastre



  1. Entronización de la estupidez. No pienses
  2. Enriquecimiento a corto plazo. Roba cuanto puedas.
  3. Dilución de la responsabilidad. La culpa es del otro siempre.
  4. El botín se reparte. Sienta al Sindicato en el Consejo de Administración.
  5. Recorta tus costes de producción. Vende aire.
  6. La docilidad se premia. Aparca tus escrúpulos
  7. No revisar las rendir cuentas.
  8. Que trabaje Rita. Rita dice que trabaje otro que ella está hasta el moño.
  9. Finánciate a largo plazo. Un préstamo se paga con el siguiente. Hasta el infinito y más allá.
  10. Las verdades absolutas son absolutas. Si la realidad las refuta se abre una nueva lata de verdades irrefutables.

jueves, agosto 16, 2012

Cambalaches internos.


Soy ecléctico.

¡Ay, pobre!   dirá alguna.
¡A ti lo que te pasa es que no tienes criterio!   Dirán otros seguramente mejor informados.

El caso es que a mí me da lo mismo escuchar la 5ª de Beethoven y a continuación oír una canción de Miguel Bosé.
¡A ti lo que te pasa es que estás sordo!   dirán los melómanos más recalcitrantes.
En serio, disfruto con casi todo. Me gusta tanto la alta cocina como un bocata de calamares. No le hago ascos a leer un Mortadelo después de empacharme de Borges y lo mismo me pilláis disfrutando con "Las invasiones bárbaras" o Ciudadano Kane que con Jim Carrey haciendo muecas.
Y es que como de todo (aunque tengo cierta debilidad por el pollo asado), mi dieta es omnívora y procuro gozar cuanto puedo de todos los placeres que la vida pone a mi alcance (siempre que no se trate de comer o escuchar bacalao ni de sexo homosexual).

Lo malo es que cuando paso del plano de los gustos al de las ideas me hago un lío. No tengo claro del todo si soy un anarquista o un reaccionario. Un anticapitalista o un monetarista converso. Un nacionalista escéptico o un cínico centralista. Si soy un agnóstico furibundo, un ateo reciclado o un místico en horas bajas. Porque todo lo encuentro razonable y a todo encuentro pegas.  Se me equilibran y enredan las tesis con las antítesis sin alcanzar nunca una síntesis razonable por lo que nunca sé de que lado de la barricada ponerme.
Toda está zozobra me sume en un estado de perplejidad permanente (llamarlo estupidez sería mucho más preciso desde el punto de vista científico). Un asunto tan simple como decidir mi voto en una junta de vecinos me deja sumido en un debate interno agotador entre los pros y las contras de aprobar una derrama para arreglar la antena colectiva. Y tanta indecisión me tiene desgastao porque al final me abstengo, se aprueba la puta derrama y además de la congoja emocional que me generan mis indecisiones e incertidumbres, no hay manera de llegar a fin de mes


martes, agosto 14, 2012

Analgésicos

Los únicos analgésicos que hacen honor a su nombre son los que alivian en secreto el dolor de las hemorroides.


jueves, agosto 09, 2012

Pillos y pillajes


Tengo una amiga (que como lea esta entrada tendré que reescribirla comenzando así: Tenía una amiga...) que acostumbraba hacer trampa cuando pesaba las patatas en el Mercadona. Justificaba tamaño crimen de lesa majestad alegando que esa macroempresa tenía unos beneficios exorbitantes. que el daño causado era mínimo y que ya ganaban bastante con el resto de su compra que sí pagaba religiosamente.

Todos, en algún momento de nuestra vida hemos cometido algún pequeño hurto: unos dulces en el kiosko del colegio, un miniatraco en la cartera de nuestra madre, una sisa en la vuelta de la compra, un "sinpa" en aquel bar del camarero tan borde, o hemos IVAdido el pago del impuesto en una chapuza doméstica...

Desde el punto de vista moral,  lo que te convierte en ladrón no es el tamaño del botín (con "b" minúscula) sino el robo en sí. Si a mi amiga le dejas un minuto las llaves de la caja fuerte  del Banco de España  no te deja ni las telarañas. La ladrona ya la tenemos, ahora sólo nos hacen falta un buen plan, un 1430 trucado para la huida y unas medias para la cabeza.
Desde el punto de vista económico, cualquier robo es una catástrofe. Se lo tengo dicho muchas veces a mi amiga, la culpa del crack financiero actual es únicamente suya, aquella leve sisa en el peso de las patatas, por el efecto mariposa, generó un tsunami que arrastró a la quiebra a Lehman Brothers,  hundió la economía griega, disparó nuestra prima de riesgo y puso en peligro la estabilidad del euro.

Pues resulta que anteayer, ese líder mesiánico que se llama Gordillo y es alcalde de un pueblo con un nombre tan bonito como Marinaleda, amparándose en la impunidad que le confiere su cargo de diputado regional y en la fuerza que le proporcionaba una turbamulta de seguidores al grito de: "Aquí no paga nadie" tomó al asalto un Mercadona donde arrasaron con las estanterías. Respetaron eso sí, el cajón de las patatas que esa afananza es territorio vedado y exclusivo de mi amiga  pues bien es sabido que entre mangueros no se pisan las bomberas (¿o era al revés el refrán?).
Resultaba un poco patético ver a este gurú del anticapitalismo más feroz pugnando con la carnicera del Mercadona tirando cada uno de un extremo de un jamón.  Al final ganó la carnicera que blandió el cuchillo de filetear con tal decisión que el lider se lo pensó dos veces, sacó la conclusión de que no era cuestión de volver manco de aquel Lepanto y soltó el pernil.
Que la propiedad es un robo, que quien roba a un ladrón tiene cien mil años de perdón  y que a Robin Hood le sentaban fatal las mallas son verdades universales que no voy a discutir pero, como cunda el ejemplo y se ponga de moda el pillaje,  vamos a terminar añorando aquellos tiempos en que la piel de la patata la comíamos con algo dentro.


lunes, agosto 06, 2012

Espíritu Olímpico III - Chicas Húmedas.


En la Olimpíadas de Barcelona la selección española de waterpolo se convirtió en un símbolo erótico para media España. Para esa media España que usa Tampax más concretamente. Encontraban irresistibles esos cuerpos en los que un tronco y unas espaldas como un frontón parecían haber sido injertadas en las patas de un señor más bien canijo. No me lo explico...
He estado viendo varios partidos de waterpolo femenino y, tras mucho elucubrar, he acabado por concluir una conclusión de lo más concluyente: aunque formásemos una selección con las chicas de  Victoria Secret's en tanga, mientras usen ese gorrito cualquier fantasía erótica se nos va a tomar por culo. Tú le pones ese gorro a la Giselle Bundchen y ya la puedes meter en pelotas entre los marines de la Sexta Flota después de ocho meses de maniobras  que no le tocan un pelo. Porque a ese gorrito le pasa lo mismo que a un corte de pelo abertzale: No le favorece a nadie.
Prueba tu misma en casa, mi querida lectora que ahora mismo te sulfuras por la misoginia que destilan mis reaccionarias afirmaciones. ¿Cómo?¿Qué tú no te dedicas al waterpolo y no tienes un gorro de esos? Ningún problema. Ponte esos auriculares modelo José María Garcia que te compraste en el Fnac por una pasta, luego te encasquetas encima el gorrito de silicona de la piscina, estiras de las patillas con fuerza hacia abajo hasta que la goma da de sí y logras amarrarla con un nudo en el barbuquejo. Después  te miras al espejo la carita encuadrada dentro de ese marco incomparable ¿Guapa, eh? Como en tu peor pesadilla. Te pongas como te pongas dudas si lo que ves reflejado es la princesa Leia de Star Wars, Rita Barbera en traje de fallera, o la mismísima Dama de Elche.

Algo parecido le pasa a las chicas de la natación sincronizada. Y está vez no es el gorrito el culpable, que lo suelen cambiar por un moño tan estirado que a alguna se le han saltado hasta los puntos de la cesárea a la madre que las parió. Ni tampoco es el maquillaje waterproof que las hace parecer mapaches clónicos al borde de un ataque de nervios. En su caso lo que más destrempa es esa pinza en la nariz. Tú ves una chica con una pinza en la nariz y te imaginas que es una estirada y desdeñosa que siente ascos de sus propios pedos. Y si una chica así no puede soportar sus pedos en cuanto te huela a ti, lo llevas claro. Para más inri desfilan con una sonrisa falsa y los pies muy estirados como si en lugar de por el borde de la piscina estuvieran esquivando  charcos de pis en un vestuario atascado.
Y no es que no nos pongan las chicas de la natación sincronizada. Nos ponen. Y mucho... ¡¡¡Nos ponen de los nervios!!! La primera vez que fui a una exhibición de sincro y las vi patalear en el aire como patos pico abajo me tiré al agua para salvarlas porque pensé que les había dado un ataque de epilepsia colectivo. Y en vez de agradecerme el detalle me dieron de collejas y por poco me ahogan. Lo que yo digo. Unas estiradas y unas desdeñosas.

Sea como sea,  podemos decir lo mismo de las discípulas de Esther Williams (Que no era negra ni la tercera de las hermanas Williams, no me empecéis a vacilar) que de las chicas del waterpolo: Van a volver cargadas de medallas porque, cuando hace falta darlo todo, ellas son las primeras en mojarse.


jueves, agosto 02, 2012

Espíritu Olímpico II


Los americanos están indignados. Resulta que una china, Ye Shiwen, está consiguiendo en London 2012 unas marcas sobrehumanas en natación. No pueden consentir que una niñata de ojos rasgados eclipse la gloria de su Phelps, ese paleto al que ya no le queda pecho para tanta medalla y que aprendió a mover las orejas para ganar impulso. Por eso tratan de arrojar barro sobre ella y la sombra de la sospecha de un posible doping.
Las autoridades deportivas yankis y sus periodistas  resultan un pelín hipocritillas teniendo en cuenta que las estrellas de la NBA impusieron como condición para participar en las Olimpiadas no ser sometidos a ningún tipo de control antidrogas. 
Pero lo que más chocante resulta es el argumento esgrimido para justificar sus sospechas: "Es que nada más rápido que la mayoría de los hombres". 

Estoy totalmente de acuerdo con ellos: los hombres siempre harán cualquier deporte (y cualquier otra cosa) mejor que las mujeres. A poco que se esfuercen pueden brillar hasta en las competiciones reservadas hasta ahora al sexo débil. Y si no me creéis, mirad el vídeo.