miércoles, mayo 23, 2012

La importancia de llamarse Manolo


Estoy convencido de una cosa. Llamarse Manolo engorda. Como poco cinco kilos.
Porque tú te llamas Serafina y estás predestinada a ser delgada toda tu puta vida. Y no digamos si te llamas Celeste o Livio nombres etéreos donde los haya.  Pero si te llamas Manolo a parte de tenerlo más que crudo para ingresar en el cuerpo diplomático y cualquier otra profesión para la que se exija un mínimo de glamour estás condenado a tener el sistema adiposo hipertrofiado desde que el cura te empapa la frente en la pila bautismal.  Tú engendras un hijo sietemesino, canijo y esmirriado, que nace enclenque y parece destinado a permanecer enclenque el resto de sus días; le pones de nombre Manolo y se pone tan lustroso como un cerdo de 20 arrobas que, recién salido de cristianar, las enfermeras son incapaces de volver a meterlo en la incubadora porque no coge.Se han visto bebés que al bautizarlos con mi nombre estiran la lengua como un camaleón y se zampan de un bocado una bandeja de canapés que tenían preparados para el convite. Y es porque llamarse así da hambre. Nada de apetito, ni gusa, ni gazuza, una carpanta que te mueres.
Tu madre, para conjurar el maleficio de los manolos, empieza a llamarte Manolito, pero es inútil, nada te va a salvar  de la obesidad infantil ni de la inquina y persecución de tu profesor de gimnasia que se ensañara especialmente cuando toca subir la cuerda, tú resoplando como un Quasimodo campanero aferrado a aquella soga y él venga a azuzarte con golpes en tu trasero que, a tan tierna edad, ya es tan grande como un pandero japonés.

En el bar del barrio te conocerán por Manolín, pronunciado eso sí con mucho rintintín y cachondeíto, con esa ironía fresca del pueblo llano. Les encanta saludarte cuando entras por la puerta. Gritan a coro ¡Manolín! imitando el ¡Normmm! de los parroquianos del bar de la serie Cheers. Te arrimas a la barra y pides una tapa de olivas y te pones a ver el partido desde uno de los taburetes combados por tu peso,  te entretienes haciendo malabarismos con un palillo entre los dientes. Cuando tú equipo marca gol no puedes evitar cubrirte la cara con la camiseta, poner los brazos en cruz y marcarte un "guaraná" por toda la sala. Tus tetas se despendolan y desmandan con tu carrerita, amenazan con aplastar a alguno de los lugareños, hasta que te cargas el frasco de los  pepinillos de un tetazo. La peña del bar, que quiere ver el partido en paz, que son unos fanáticos de los pepinillos en vinagre y que además es toda del equipo contrario, te empujan y a duras penas consiguen que tu masa sebosa atraviese la puerta del bar.

 Si vas al fútbol nada de pretender ir al palco; en grada, de pie y de las más baratas. Y que no se te ocurra dejar de animar ni un segundo que si no todo el estadio te mirara mal y te señalará con el dedo ¿quién se creerá el Manolo ese que es que no grita nada? O vas con una vuvuzela o de la cancha sales afónico. O linchado por los ultras por hacerte el señorito. Porque  tú has nacido predestinado para ser hincha, y aunque lo que en realidad a ti te guste sea el patinaje artístico, la onomástica manda y tendrás que fingir que  amas el fútbol y que eres el más forofo de los forofos.


Cuando vuelas (más quisieras tú que ser más ligero que el aire) nada más comprobar en facturación los datos de tu pasaporte te asignan el asiento más central del pasaje; jamás has viajado en ventanilla porque tienen miedo de que escore el avión y empecemos a girar sobre el ala, sin parar de hacer circulos alrededor de Barajas. No sólo eso, sino que además te cobran por exceso de equipaje. Cuando tú protestas porque sólo llevas un trolley, la azafata te replica:   Entonces, ¿qué es eso?   te corrige señalando un michelín desbordado que reposa sobre la báscula de facturación.

El Manolo es más de dominó que de ajedrez, más de orujo que de Gin Tonic, más de tapitas y cazuelas de callos que de alta cocina. Un Manolo lleva la esencia de la españolidad en la partida de nacimiento.


Aunque tener un nombre tan lolailo tiene alguna ventaja también, con este nombre vas  a tráfico y te regalan el carnet de conducir camiones, sin examen ni hostias, por la puta cara. Con sólo mostrarles el DNI ya te van expidiendo la licencia.






Y de postre un truquillo de magia:

a) Abre el traductor de Google. Pulsa aquí si quieres.
b) Escoge en el cuadro A traducir del idioma Gallego.
c) Escoge en el cuadro B traducir al inglés.
d) Escribe en el cuadro A:
manuel fraga
(Escríbelo todo en minúsculas que si no falla)
e) Dale al intro para traducir.

¡TACHÁN!


19 comentarios:

  1. Los nombres marcan, eso lo tengo más que comprobado... Pero no está todo perdido, hombre... ¡¡¡Anda que no hay "Manolos" que han conseguido llegar a "Don Manuel"¡¡¡¡
    Muy bueno lo del traductor eh?? Es real o hay truco??? (No lo desvelo para que los demás se molesten en mirarlo)

    Un beso, Pazzos.

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  2. Tengo la papada en parkinson avenue...

    Qué jartá de reir..

    Ya no sé ni que comentar, Manolín de Chantilly.

    Un besazo!!!

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  3. Se te ha olvidado que un Mnaolo ha de llevar bombo al fútbol, qué barbaridad!!! Y hombre, llamarse Manolo en estos momentos en que nuestro país no es precisamente para estar orgulloso... no sé no sé... qué tal afrancesarlo? Yo me pondría, si me llamara Mnauela o Manola, Manolité, para no levantar sospechas de española por el mundo, q da como vergüencilla :)

    Y muy fuerte lo de Abraham Linconl! O cmo se escriba!

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  4. Nunca jamás pensé que una bola sebosa como tú, pudiese alterar tanto mis neuronas. Y es que me pones, me alegras el alma, me haces llorar de risa. Eres mi ídolo, el hombre de mis sueños, me excitas...

    Gordo, ¿te quieres casar conmigo?

    (Prometo ocupar poquito sitio en la cama... En la cocina soy una crack)

    Besos y achuchones en las agarraderas,

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  5. Novicia, aunque diga en el post que si te llamas Manolo no puedes formar parte del cuerpo diplomático, el caso es que Fraga fue embajador en Londres y cuando era yo muy muy pequeño lo ví paseándose por las calles de Coruña con ¡un bombín! en la cabeza. Me llamó tanto la atención aquel sombrero tan grotesco que su nombre se me quedó grabado para siempre.

    Mi compi Nuria me enseñó este hallazgo. Supongo que en Googgle tuvieron contratado de traductor a uno del Bloque Nacionalista Galego que les dejó este regalo cuando le rescindieron el contrato.

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  6. Blogboreta, ¿Qué papada? Si tienes cuello de garza. El que tiene buche de pelícano soy yo.

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  7. Señorita Sunshine, Por más que se empeñe no pienso afrancesar mi nombre, que el del registro civil ya me tiene advertido que con tanto pelo en pecho no me lo va a enmendar por Emmanuelle aunque se lo suplique de rodillas y con la boca abierta. Además este año ya nos han dado bastante por culo como para encima ir provocando con el nombre.

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  8. JAJAJAJAJA... Eres un crack!!!

    Besos, pazzos.

    Pd.: ¿qué vas a molestar, hombre? Y menos aún teniendo en cuenta que te defines clown (in inglis pitinglis queda como más glamuroso :P), como una servidora - y, si no, lee los comentarios con los que os respondo de vez en cuando en mi propia casita).

    XD

    Tenéis una paciencica conmigo...

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  9. flower, te defraudaría como gordo, como amante y como marido. Además he decidido ponerme en forma haciendo aerobic y tengo un video de ejercicios que se va a vender más que el de Jane Fonda y Eva Nassarre juntas.Mira, mira

    http://youtu.be/z8DqP0n9bDg

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  10. *L*, bienvenida, desplegamos la alfombra roja para que la pises con tus pies descalzos o calzados con stilettos, como prefieras.

    Si vuelves a payasear por aquí de vez en cuando te darás cuenta de que el payaso es Pazzos y su clown (aquí decimos clon, sin glamour ni ná) es Sozzap.

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  11. Sageraooo eres mijo...Y el Manolo Blanik o Blanicks o como se diga que es mas fino que una aguja de hacer calceta.Y encima es uno de los mas cotizados diseñadores de calzado pijil...o fashion!

    No te quieres bien y eso te hace comer mas de lo normal.-Tienes que darle mas trabajo a tu" autoestima", Pazzos...

    Manolo,Manolín,Manué,Manel,y...Don Manuel: que era mí abuelo. Un gallego de Lugo.Y era bien tiposo y elegante un poquitin cascarrabias sí.

    Un abrazo sajerao!

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  12. Bertha, verás el Manolo del que hablas iba para fabricante de alpargatas pero ya ves, se puso Blahnik y el apellido exótico logró neutralizar al nombre. Si llega a apellidarse Pérez no pasa de zapatero remendón.

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  13. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  14. Me qudé totalmente asombrado con el "truquillo" final que propones. Bien, el asombroso resultado demuestra que eres un mago de primera. Realmente me pasé toda la noche dandole vueltas cómo pudiste conseguir tan escalofriante suplantación, y sigo sin dar crédito a lo que vieron mis ojos. Aunque tu blog es excelente y siempre envidié cómo escribes, quizás debas pensar en dedicarte también al mundo de los trucos, sortilegios y demás.
    Por favor, lleven a cabo el truco que propone el coqueto Pazzos (no estás tan gordo) y compartan su asombro conmigo

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  15. No todos los Manolos son Manolos, de la misma manera que no todos los Pepes son Pepes... Aunque es difícil distinguir a unos de otros...
    Saludos.

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  16. koolau, para trucos buenos los que nos hizo ayer en la Universidad Laboral ese genio llamado Juan Tamariz. La primera hora me la pasé riendo sin parar. La segunda totalmente fascinado con ese jovenzuelo de 70 años.

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  17. Elvis, no me hables de Pepe hoy. ¡Visca el Barça!

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  18. yo diría que los nombres castizos engordan, manolo, pepe, paco, sobretodo si acaban en o, quizás por la forma oronda de esa letra.

    Ya que estamos sobre el tema siempre me he preguntado porque se dice me he hecho una 'manola' ¿porque es gorda?

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  19. Clip, tiene gracia pero ahora, cuando abro Internet me sale Manolo el del Bombo tratando de venderme patatas fritas de Matutano.
    A ver si lo que va a engordar es la dieta castiza, a saber, porras para desayunar, gambas a la gabardina de aperitivo, callos con garbanzos para comer y de cena algo ligero: cortezas de cerdo que no pesan nada.

    Yo creo que "manola" es una palabra híbrida de "mano" y "gayola" y no tiene nada que ver con ninguna Manuela. Además, si está Manuela, para que te vas a hacer tú la manola.

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