sábado, junio 01, 2013

RECETAS PARA UNA CRISIS VII - Fortalecer la Monarquía


La Monarquía está en horas bajas. Bajísimas. 
Basta con ver la carita de oler mierda que se le quedó el otro día a Letizzia cuando les abuchearon en el palco del Liceo, un lugar donde, se supone, sólo debe oler a colonias de las caras. Ya no se trataba de perroflautas famélicos los que montaban el pollo, ni independentistas abertzales. Era gente de frac de esa que no se lía con los cubiertos. Y esa traición de su propia clase tuvo que dolerles más que la de aquel Vellido Dolfos, hijo de Dolfos Vellido que era todo un crack de la puñalada trapera y la heráldica capicúa .

¿Cómo restablecer el prestigio de la Casa Real tan depauperada después de tanto Urdangarinear y tanto Marichalazo? ¿Cómo evitar que un nuevo desliz de los Borbones, tan incontrolables de cintura para abajo, vuelva a hacer subir la prima de riesgo por encima de los 600 puntos?
El descontento  ha llegado a un punto tal que el populacho no se va  a contentar con mandar un yate al desguace, ni con dejar el Testarrosa en el garaje y acudir al curro en bicicleta.


Como siempre ¡Tengo la solución! ¡¡¡CAPÉMOSLES!!!

Teniendo en cuenta que el nacimiento de un hijo varón pondría en cuestión la sucesión dinástica e implicaría cambios en una Constitución anciana que ya no está para muchos bailes, lo mejor sería castrar al príncipe heredero. Como ya han cumplido la misión patriótica para la que fueron concebidas que es salvaguardar la continuidad de la estirpe, sus gónadas reales carecen de sentido y su Real Presencia sólo puede conducirnos a un conflicto diplomático el día menos pensado. Conservadas en formol en un tarrito  de espárragos de los hermosos  se podrían exponer en una vitrina en el Palacio Real que, la verdad sea dicha, tampoco tiene mucho más que ver y les cobras un extra a los turistas por cada foto que saquen a las Joyas de la Corona.

Lo importante es la liturgia. Hay que darle relumbrón a la cosa, mucho boato, venga pompa y circunstancia. Nada de una intervención quirúrgica a puerta cerrada en una de esas clínicas de lujo donde lo mismo te hacen parir con forceps de platino que te ponen una prótesis de cadera con los restos del Titánic. Nada de discreción. Aquí luz y taquígrafos para contentar al soliviantado populacho: En plena Puerta del Sol, o mejor aún, en las Ventas que están más preparadas para el derramamiento de sangre, en prime time y grabándolo todo con una de esas cámaras del Canal Plus que captan hasta las ladillas de Cristiano Ronaldo desde más allá del centro del campo.


Y para cortarle la coleta al diestro, nadie mejor que su santa esposa. Porque estoy seguro de que Letizzia y Lorena Bobbit comparten algo más que las iniciales. Que tú a esta mujer le das unas tijeras de guardería y deja sin Bostwanas hasta al yayo.
Para darle más solemnidad al acto, en vez de utilizar una cimitarra cualquiera de esas que venden en Toledo a los guiris,  para el asunto del tajo lo mejor es recurrir a la Tizona del Cid, que aunque está toda ferrumbrosa, más mellada y con menos filo que Excalibur después de clavarla en la roca, con un revés a dos manos la Letizzia seguro que se apaña para dar el mandoble bien ajustadito y al ras.
Todos los varones españoles sentirían el tajazo como en carne propia; los hombres somos muy empáticos con estas cosas que en cuanto uno te cuenta su operación de fimosis tú ya estás retorciéndote en el asiento. La corriente de simpatía hacia el heredero se transformaría en una marea de admiración y la Institución saldría fortalecida de la ceremonia con esta demostración de sacrificio "sin par" por la Patria.
Con el morbo que despierta un acontecimiento tan singular la audiencia está garantizada, si además vendemos los derechos de retransmisión en directo a todas las televisiones mundiales, acabamos con el desequilibrio de nuestra balanza de pagos y de paso tapamos el agujero de RTVE que es todavía mucho más grande e insondable.

8 comentarios:

  1. Ya es casualidad que toque usted este tema: el otro día me acordé de Lorena B. (cosas del subconsciente más freudiano) y me dio por pensar en la dificultad intrínseca de cercenar un miembro con un solo tijeretazo, incluso disponiendo de tijeras de podar rosales. Hay que tener maña -más en China, dicen, que en Senegal- y sobre todo una fuerza casi sobrehumana... Pruébelo con un plátano: tela marinera.

    P.D. Me ha encantado que defina usted al público del Liceo como esa gente "que no se lía con los cubiertos". Fantástico.

    Besos de par en par, querido Pazzos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mrs Nancy, he hecho la prueba: Plátano 1: Tijeras O.

      Eliminar
  2. Tanto tiempo alejada de aquí... se me había olvidado lo ingenioso que eres, pazzos. Hay dias que, será por iluminación o por cualquier otra cosa divina, estás sembraito, eh???
    Me he reído un montón. Me ha pasado como a Nancy con lo de los cubiertos (expresión que adopto y que soltaré en cuanto tenga ocasión). Me he tenido que ir a buscar a San Google a la Lorena porque no me sonaba el nombre (la historia cuando la he leído sí la he reconocido), y me he tenido que ir a buscar también lo de la cimitarra porque tampoco conocía esa palabra... Vamos, que un post completito para mí eh??
    Aunque ya que se monta tol tinglao, debaríamos aprovechar para capar a unos cuantos más que sería preferible que no tuvieran descendencia.

    Besos, pazzos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Novicia, ¡Cómo sois! En cuanto le cogéis el gusto a las tijeras de capar es que nunca os dais por satisfechas.

      Eliminar
  3. Estoy que me hago monárquico.
    Mira que eres animalaco. :)

    ResponderEliminar
  4. flower13/6/13

    ... y todo esto despazzito, que así duele más. Hala!!

    Mil besos cositalinda!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. flower, ese sadismo no te pega nada, nada.

      ¡¡¡Se te echa tanto de menos!!!

      Eliminar