Como decía Groucho " soy tan viejo que recuerdo a Doris Day antes de que fuera virgen"
Doris Day odiaba todo lo que, luego, la haría famosa y rica. Odiaba su nombre artístico que creía más adecuado para una stripper de medio pelo que para la perfecta ama de casa que se empeñó en consagrar. Odió, con todas sus fuerzas su canción "Que será, será". Cuando la grabó para la película "El hombre que sabía demasiado" afirmó que nunca más nadie volvería a escucharla con lo que demostró que, además de poca imaginación a la hora de escoger el tinte para el pelo, tampoco estaba muy dotada como pitonisa. Odiaba, no podía ser de otra manera, a sus maridos, a los que vampirizaba hasta llevarlos a la tumba, de eso estoy casi seguro.
Doris Day tenía la candidez de un oso de peluche de esos que. si sucumbes a la tentación de abrazarlos, te destrozan con su relleno de hojas de afeitar.
Empezó con su meteórica carrera de arpía a muy temprana edad. Estrenó su famosa sonrisa beatífica el día que le contó a su madre los juegos que practicaba cada tarde su padre con la vecina.
Su carrera de bailarina se truncó cuando, a los 15 años un coche descontrolado le destrozó las piernas. Aunque ella siempre juró que había sido un accidente, hubo cientos de testigos que no dejaron de aplaudir durante el suceso y que no dudaron al identificar a su profesor de ballet como autor del atropello. Un juzgado desestimó sus testimonios porque todos, incluido el juez, habían agotado las existencias de un bar para celebrarlo.
Perdió la virginidad, por primera vez, a los 16 años; no está claro si le robó el novio a su madre o a la mamá de unos quintillizos, en cualquier caso, estuvo feo. Tuvo cuatro maridos, uno que tocaba el trombón se suicidó; a otro que tocaba el saxofón lo convirtió a la Iglesia de la Ciencia Cristiana; el tercero,un judío ortodoxo al que también trató de convertir a esa fe, la arruinó en venganza. Del último sabemos que fue un restaurador tan malo que le rechazaban tanta comida que sedujo a Doris regalándole las sobras del menú para sus perritos.
Tuvo amantes por centenas, entre otros Ronald Reagan. El resentimiento de este último lo ha pagado muy caro la humanidad entera.
Fumaba 3 cajetillas de cigarrillos cada día, pero esta mujer nos enterrará a todos.
Bueno, no es que la señora Doris sea el prototipo de mujer a la que admiraría, pero reconozco que ha debido de disfrutar de la vida de lo lindo. La comparo con Zenobia Camprubí, la mujer de Juan Ramón Jiménez, escritora, poeta, traductora y una mujer adelantada a su tiempo, que languideció, se fue marchitando y acabo por morir fagocitada por el ilustre premio nobel, egoísta, estirado, he incapaz de querer a nadie más que así mismo, de no ser por ella que trabajaba, le mantenía y organizaba sus escritos, jamás se le consideraría ahora como se le considera y sin embargo, Zenobia sigue siendo una desconocida para el público en general.
ResponderEliminarPor eso, independientemente de mis simpatías por ella, ¡Ole! por la señora Doris.
Ángeles, como bien intuyes la imagen de Doris Day esta distorsionada hasta la caricatura y el esperpento; aunque no creo que en su vida haya disfrutado mucho, la veo más del género sufridor siempre violada y estafada por los hombres de su vida.
EliminarLo que más me choca es que, siendo como era, viviendo todo lo que había vivido, aceptara encarnar ese papel tan sumiso y asquerosamente falso en pantalla.
Pobre Zenobia, de entre todos los chiflados de la historia de la Literatura Juan Ramón Gimémez (sic, que se joda) me parece uno de los más antipáticos.
Hola Pazzos. Me ha dicho un pajarito, que Tarantino está buscándole para no sé qué propuesta a raíz de este post.
ResponderEliminarA mí me han dado miedo de los del pueblo, el juez, el profe de danza, Ronald Reagan y por supuesto esa pejiguera de Doris Day. Yo me quedo con mi Dori, la de Nemo, despistada y a su bola pero tan linda que ni los tiburones se la comen. Un abrazo, de oso de peluche sin cuchillas.
Tienes razón, Perlita. Dori y su memoria de pez son mucho más aDorables.
EliminarAbrazzos.
Pues no tenía ni idea de la biografía de esta mujer y me ha sorprendido muchísimo porque yo me había tragado la bola de la mujercita de su casa perfecta, abnegada y deseosa de cumplir todos los deseos del mundo... Y mira tú por donde resultó ser todo lo contrario...
ResponderEliminarLa canción "qué será será" es "nuestra canción" para mi hija y para mí. Cuando tenía dos años la cantábamos a duo cuando la llevaba por las mañanas a la guarde. Justamente el otro día volvimos a recordarlo por enésima vez....
Sin embargo, con el nano, "nuestra canción" es el "smoke on the water"... También la cantábamos a grito pelao en el coche a la misma edad y con el mismo destino que su hermana...
Un beso, pazzos.
Novicia, puestos a escoger, me quedo con Deep Purple (a ser posible con Child in time).
EliminarJajaja!!! yo lo que recuerdo es que tras esa canción venía una "peli serie)" de la que no recuerdo ni el título, pero la letra del principio eso si que no se me olvida y hasta la uso en algún momento adecuado. En cuanto al resto, vaya vida, ... aunque vete tu a saber cuanto hay de cierto, de lo que no hay duda es que al final todos vamos a parar al mismo hoyo, ... pues eso: a disfrutar que son dos días!!! Xhrst.
ResponderEliminarXhrst, las biografías inventadas son eso, inventadas. O casi.
EliminarSupongo que la serie del "Qué será, será" a la que te refieres era el Show de Doris Day. Su tercer marido, el que la arruinó y le estafó más de 20 millones de dólares de los años sesenta, firmó por ella un contrato que la obligaba a realizar una serie de televisión para la CBS durante más de 5 años. Imagínate tener que fingir durante todos esos años una sonrisa profidén para salir en pantalla por una gracia de tu querido maridito. ¡Para matarlo!
Ufff!!!! pobreta.
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