jueves, noviembre 14, 2013

Los creyentes.


¿Existe alguna majadería a la que no se apunten?

Les escuchas defender  cualquier creencia por  descabellada que resulte. Cuanto más esotérica, exótica y estrafalaria mejor; con más pasión defenderán sus postulados y argumentos. Creen a ciegas, creen a pies juntillas. Son crédulos por naturaleza.

Abrazan el budismo, el taoísmo, el misticismo sufí, los ritos chamánicos, la ética samurai, la religión de los Jedi o cualquier conjunto de disparates con tal de que nada tengan que ver con su propia cultura o la tradición heredada.

Rechazan la medicina convencional, se curan la pulmonía saltando siete olas en Noviembre, abrazando un árbol, clavándose agujas en el colodrillo. No vacunan a sus niños porque, ya se sabe, las multinacionales de la industria farmacéutica están gobernadas por Fumanchú. Son homeópatas, osteópatas y psicópatas.

 Saben distinguir las siglas de todos los conservantes, colorantes y jamás confunden el E-621 con el E-622, ni el glutamato monosódico con el glutamato potásico. Porque, según ellos, todo produce cáncer. Y el cáncer se cura, gracias a la reflexología, con un masaje en los pies. Son intolerantes a la lactosa. Son intolerantes a casi todo. Son intolerantes.

Y tienen gato. O gatos. Aman a los animales. Adoran a los animales. No comen carne. Se dividen en veganos, lactoveganos y ovolactoveganos. Los más ortodoxos y radicales se esfuerzan por vivir sin respirar para reducir al mínimo su impacto sobre la Madre Tierra. Se alimentan a base de zanahorias, de antioxidantes y cereales integrales. Adoran el tofu, la leche de soja, el polen de abeja, la levadura de cerveza y el kéfir probiótico. Llenan la despensa de todo alimento insípido que se ponga a la venta. Cultivan germinados en  tetrabricks de compost natural. Tienen cara de acelga.

Adivinan el futuro leyendo las runas, el horóscopo chino o el filipino. Saben de chakras, mantras, taichís y viajes astrales. En el dormitorio tienen un mandala sobre el cabecero. Hacen ejercicios para fortalecer el suelo pélvico, se pasan el día contrayendo el esfínter y concentrados en focalizar su próstata. Practican sexo tántrico sin correrse nunca. Es más, rara vez se corren. Muy rara vez.

Aunque las pasaron putas para aprobar la física en la EGB lo saben todo de fenómenos cuánticos, de la teoría de las cuerdas, del Big Bang y del bosón de Higgs...

Tertuliano, que era un teólogo cartaginés y no un locutor de la Cope, afirmaba: "Credo quia absurdum", o sea, "Creo porque es absurdo". Si quieres seguir los pasos de Tertuliano, nada que objetar, pero he de advertirte que el pobre, en un arrebato místico, se cortó los testículos. Y si uno es un buen discípulo lo tiene que ser a las duras y a las maduras.


5 comentarios:

  1. Yo tengo sentimientos encontrados...

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  2. Si tu pecadillo se limita a que te gusta el tofu te impondremos una leve penitencia y no te lo tendremos en cuenta.

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  3. Anónimo15/11/13

    Yo creo, ... creo que uno es feliz cuando se lo propone, y así es más fácil mantenerse sano y tirar hacia adelante cualquier cosa, ... ¿y tú qué crees?? Xhrst

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    1. Xhrst, creo profundamente en que dos de las cosas más importantes de la vida son la amistad y la risa.

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    2. Anónimo18/11/13

      ... creyentes así dan gusto ... me encanta.

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