Cuando en la carretera,
viajando por la noche,
deslumbras a un gato
y él te devuelve,
con ojos fantasmales
la luz de tu luz
por mil multiplicada
y se detiene un instante
con la sangre goteando
de sus agudas fauces
antes de emprender
una furtiva huida;
deduces,
por su temible aspecto,
que algún crimen ocultan
sus enfundadas garras.
Si al chirriar de los frenos
se desvanece aquel espectro
súbitamente abducido
entre el parachoques y el asfalto;
por las huellas de pelos y de sangre
también deduces,
(porque es elemental querido Watson),
que ya no son siete
las vidas que le restan
y que hay más de un criminal
en esa carretera.
CRÍTICA FORENSE: Como sabe muy bien cualquiera que haya diseccionado un gato. el tapetum lucidum es el revestimiento reflectante que recubre el fondo de sus ojos y los dota de una sensibilidad extrema a la luz y su característico fulgor maligno.
Gracias a Amankay por ceder su foto. Visita http://www.flickr.com/photos/26724523@N00/ y admira su trabajo.
Manolo has logrado asustarme, no ves que me dicen que tengo ojos de gato,
ResponderEliminar¿será por claros, o por malignos?
...AUNQUE POR OTRO LADO... Si pudiera tener 7 vidas... no se no se,
¿Que me aconsejas, me pongo lentillas marrones?
¿debo hacerme un "reconocimiento " para ver si tengo tapetum-lucidum.?
¡menos mal que estoy escondida en el Infanzón!!
ay, pazzos que lúcido estás...
ResponderEliminarnunca he diseccionado un gato, dios me libre, pero siempre me llaman la atención qué pensamientos, léase conexiones nerviosas hay detrás de esos potentes ojos de gato que escudriñan todo, aún sin ver...